Son maravillosas. Atractivas, perfumadas, crujientes, ruidosas, prácticas, escurridizas, entretenidas, alborotadoras, llamativas, irritables, ágiles, dóciles, queridas, dulces, recreativas… Me refiero a las botellas de plástico. Un auténtico placer.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario