Hola, diario. Vos dirás por qué no escribí en estos días. Estuve debajo de la cama avergonzado.
Es verano. No sabés cómo sufro el calor. Me la paso jadeando todo el tiempo. Por suerte, no soy un Pastor Inglés que se anda babeando por todos lados. Pero algún hilito de saliva se me escurre por la boca. Sé que a la gente le da un poco de asco, pero no saben que los perros transpiramos así. Pero la verdad es que el calor me mata. Encima, pobre Pablo, no se da cuenta y me saca a pasear por la vereda del sol. Él se cree que soy ágil y que estoy con mucha energía permanentemente. Pero corro y camino a los saltitos porque me quemo las patas. Como las personas no caminan descalzos por la calle se creen que uno también anda en zapatillas. Además, viste que los humanos son casi pelados. Su pelaje está en la cabeza y en pequeñas porciones del cuerpo, pero tiene poco pelo, en general. En cambio yo voy por la vida con un tapado de piel a cuestas.
Pablo se dio cuenta de que el calor no es mi amigo y tuvo una idea horrenda. Me llevó a un peluquero de perros. Cuando el tipo se me acercó con esa maquina espantosa y ruidosa, me quise morir. Me agarraron del collar y comenzaron a quitarme todos los pelos de mi cuerpo. Sólo me dejaron la cabeza peluda. ¡¿Pero qué se creen, qué soy un ser humano?! ¿¡No ven que tengo cuatro patas y que ladro?! Ay, diario, no sabés lo horrible que quedé. En bolas. Cuando salí de ese lugar, Pablo me decía: "Qué lindo que estás". Tenía ganas de decirle: "¿Y por qué no salís vos desnudo por la calle?". No pude sacar mi rabo de entre las patas hasta que llegamos a casa. Apenas entramos, me escondí debajo de la cama y no salí por un buen rato. ¡Estaba desnudísimo! Me daba mucha vergüenza... hasta me podía ver las tetillas. Por dos o tres días, sólo salí a comer y a hacer mis necesidades. Creo que Pablo ya se dio cuenta de que nunca más me tiene que hacer eso.
Prefiero bancarme* el verano, pero con mi orgullosa pelambre encima. Nunca más voy a renegar de ella. Soy un orgulloso perro de pelo en pecho.
PD: ¿Querías ver una foto mía pelado? ¡Jamás!
*soportar.
jueves, 31 de diciembre de 2009
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Hola Francisco!!!
ResponderEliminarMe hiciste reir mucho, porque la primera vez que le corté el pelo a Colita, le pasó lo mismo!!
El tipo estuvo sin mirarme casi tres días, debajo de la cama, avergonzado de verse desnudo, y enojado conmigo. Pobre, le sacaron tanto pelo, que hubiera podido tejer otro perro!!
Pero te cuento algo, las pobres caniches rulientas, que les cortan el pelo dejándole esos pompones que parecen de algodón en las patas y en la punta de la cola, esas sí que son ridículas.!! Yo que ellas, haría abandono de hogar.
Así que no te sientas mal, porque yá ves que siempre hay alguien peor.
Espero que pases una linda noche en familia, y ojalá tu suerte, la puedan tener tus amiguitos que aún están en MAPA, y otros tantos perris que no tienen una casa , ni alguien que los quiera.
Te juro que voy a pedir por todos ellos!!!
Muchos lenguetazos de amor!!
Ah, ojalá que te den una comida rica como en Navidad!!
Moni