Hola, diario. Disculpame la ausencia, pero estoy ocupado extrañando a Pablo. Hace unos días me levanté medio bajoneado, pero noté que Pablo estaba contento. Me cantó esas canciones tan bobas pero tan mías, me hizo bailar en dos patas y me bañó. Cuando terminó de hacer todo eso, sacó desde arriba del placard, la valija* más grande. Ahí supe qué pasaría en las siguientes horas. Se iría de viaje. Observé con cierta tristeza cómo iba introduciendo en la valija, una a una, varias prendas de vestir y cosas de utilidad cotidiana como el cepillo de dientes o la afeitadora.
Llegó el momento y, muy impune, con su valija en mano, se agachó para abrazarme. Ahí me quebré, diario, me quebré. No puedo superar este tipo de situaciones que se repiten más de una vez al año. Pensé en hablar con él al respecto a su regreso. Al principio le gruñí y le dije: "No, no me toques". Pero enseguida, empecé a lloriquear (juro que no me pude contener) y dejé que me abrace fuerte y me diga: "Ya vuelvo", como si no supiera que va a tardar unos días.
Lloré un buen rato cuando se fue.
Ahora me ocupo de extrañarlo. Es una sensación tan triste como hermosa. Tu espera tiene una respuesta, que es el regreso. Y no importa cuánto se demore ese regreso, tu espera será un aquelarre de sensaciones. Vas a sentir una cosquilla permanente en el alma que te recordará tu rol de "esperador". También vas a sentir bocanadas de suspiros que, sin saber cómo, se escurrirán de tu corazón con intensidad, decisión y desparpajo. Sentirás que no tenés ganas de ocuparte demasiado en jugar o andar saltando por la casa porque tu trabajo es esperar. Y eso hace que en tu mente esté un solo rostro: el del ser humano que te tocó en esta vida. Y creo que si me hubieran dado la opción de elegir, entre muchísimas muchísimas personas, seguramente habría elegido a Pablo. Pero con soberbia de perro te voy a decir algo, diario: Pablo me escogió a mí entre muchísimos perros. Y creo que está feliz. Y que también me extraña. Aunque intuyo que no es un "esperador" como yo, sé que es un gran extrañador. Prontito llegará, abrirá sus brazos, me abrazará, me rascará la panza y sacará de su valija una pelota o un Osito 8. Y yo volveré a ser feliz plenamente.
* Maleta.
Llegó el momento y, muy impune, con su valija en mano, se agachó para abrazarme. Ahí me quebré, diario, me quebré. No puedo superar este tipo de situaciones que se repiten más de una vez al año. Pensé en hablar con él al respecto a su regreso. Al principio le gruñí y le dije: "No, no me toques". Pero enseguida, empecé a lloriquear (juro que no me pude contener) y dejé que me abrace fuerte y me diga: "Ya vuelvo", como si no supiera que va a tardar unos días.
Lloré un buen rato cuando se fue.
Ahora me ocupo de extrañarlo. Es una sensación tan triste como hermosa. Tu espera tiene una respuesta, que es el regreso. Y no importa cuánto se demore ese regreso, tu espera será un aquelarre de sensaciones. Vas a sentir una cosquilla permanente en el alma que te recordará tu rol de "esperador". También vas a sentir bocanadas de suspiros que, sin saber cómo, se escurrirán de tu corazón con intensidad, decisión y desparpajo. Sentirás que no tenés ganas de ocuparte demasiado en jugar o andar saltando por la casa porque tu trabajo es esperar. Y eso hace que en tu mente esté un solo rostro: el del ser humano que te tocó en esta vida. Y creo que si me hubieran dado la opción de elegir, entre muchísimas muchísimas personas, seguramente habría elegido a Pablo. Pero con soberbia de perro te voy a decir algo, diario: Pablo me escogió a mí entre muchísimos perros. Y creo que está feliz. Y que también me extraña. Aunque intuyo que no es un "esperador" como yo, sé que es un gran extrañador. Prontito llegará, abrirá sus brazos, me abrazará, me rascará la panza y sacará de su valija una pelota o un Osito 8. Y yo volveré a ser feliz plenamente.
* Maleta.
La imagen de Pancho esperando, comprendiendo, entendiendo, es lo mas tierno que hay.
ResponderEliminarGracias Pancho por escribir este diario y compartirlo con otros humanos que amamos a esos amigos tan especiales que hacen nuestra vida mas placentera.
besos.
Nilda
Hola Bombón !!!!
ResponderEliminarMi amor, esperando y extrañando a Pablo!!
Pero sabés lo lindo de los viajes, el regreso, el reencuentro, el sentir que la cola se escapa de tu cuerpo, los aullidos de alegría, revisar la valija para buscar Osito 8....
Sos un solcito!!
Te mando un beso grande y muchos lenguetazos de amor perruno !!!
Moni
Pablo siento tremendamente la necesidad de darte las GRACIAS!!! por compartir conmigo esta historia, este día a día de Fran y vos. Lograste muchas veces que pase de la alegría a la tristeza y hasta se escaparon unos cuantos lagrimones. Soy amante profunda de los cuatro patas y SENTI en el corazón cada relato de Fran! Te mando un beso muy grande y por favor no dejes de compartir...
ResponderEliminarMarce
Gracias por los mensajes tan lindos y por compartir mi vida cada semana. Muchos besos de mi parte y de Pablo.
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